Cómo saber si tu bebé está preparado para el BLW

La introducción de la alimentación complementaria es uno de los cambios más significativos en la vida de un bebé.

Alrededor de los 6 meses se suele empezar a introducir otros alimentos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, tal y como recomienda la OMS, la leche, ya sea materna o de fórmula, debe seguir siendo el alimento principal durante el primer año de vida.

Sin embargo, la edad para empezar con la alimentación complementaria es simplemente una orientación. Para determinar si nuestro bebé ya está listo para empezar a comer, especialmente si optamos por los sólidos o el método conocido como Baby Led Weaning (BLW), deberemos fijarnos en el desarrollo del bebé.

Aunque esta decisión debe estar supervisada por el pediatra, hoy te comparto 4 indicadores clave para saber si tu bebé está preparado para empezar con el BLW.

4 indicadores clave para saber si tu bebé está preparado para el BLW

1. Se mantiene sentado

Es crucial que el bebé pueda mantenerse sentado y erguido sin ayuda. Si el bebé todavía necesita cojines o la ayuda de mamá o papá para no irse hacia alguno de los dos lados, es preferible esperar un poco más.

Este hito motriz es determinante a la hora de empezar con la introducción del BLW ya que nos informa de que el sistema digestivo del bebé tiene la madurez suficiente para ingerir sólidos. Por ello, no hay que tener prisa, lo más importante es que esté listo para evitar futuros sustos o problemas.

2. Coordinación ojo-mano-boca

El BLW, del mismo modo que la lactancia, es a demanda. De hecho, también se conoce con el nombre de alimentación complementaria autorregulada, ya que es el bebé quien decide cuánto quiere comer. Este es uno de los beneficios más reconocidos del BLW y es que, de este modo, se evita la sobrealimentación del niño y cada uno come únicamente el hambre que tiene.

Para ello, el bebé debe tener la destreza de coger un alimento que está viendo y llevárselo a la boca. De lo contrario, por mucho que le presentemos los alimentos, no será capaz de alimentarse.

3. Ha perdido el reflejo de extrusión

El reflejo de extrusión es un mecanismo de defensa con el que nacen los bebés para evitar atragantamientos. Cuando introducimos un objeto en la parte anterior de la boca de un bebé que todavía tiene este reflejo, lo expulsará sacando la lengua.

Este reflejo no desaparece en todos los niños por igual, suele ocurrir entre los 5 y los 7 meses. Para comprobar si aún lo tiene, podéis probar introduciendo una cuchara apta para bebés. Si el reflejo permanece, será imposible que el bebé pueda comer nada de sólidos y deberéis esperar un poco más.

4. Muestra interés por la comida

Parece evidente que si nuestro bebé no tiene ningún interés por la comida, aunque se lo pongamos delante no va a saber qué hacer con ella.

Para generar este interés, es necesario que los bebés nos hayan visto comer, por eso muchos médicos y nutricionistas infantiles recomiendan que los bebés estén en la mesa con nosotros cuando comemos. De hecho, el método BLW es también muy recomendable para iniciar una rutina de comidas en familia.

¿Cómo podemos saber si tienen interés? Lo más probable es que a partir de los 5 meses y medio o seis empiecen a abalanzarse literalmente encima de nuestros platos, observan con atención cómo nos introducimos los alimentos en la boca y quieren cogernos la comida y chuparla.

Una ocasión para experimentar

El BLW es una explosión sensorial para los bebés: explorando con sus manitas, aprenden diferentes texturas, colores, olores y sabores.

Esta estimulación sensorial tiene numerosas ventajas para ellos, como la mejora de la coordinación y la concentración, la estimulación del pensamiento lógico y de la comunicación no verbal y le ayuda a aceptar nuevos estímulos de su entorno.

Puede que durante los primeros días, incluso semanas, tu bebé no coma nada (o eso parezca) y es normal. No pasa nada.

Las mamás y los papás debemos fijar muy bien nuestras expectativas y no pretender que el primer día el bebé sea capaz de ingerir grandes cantidades de comida.

Es una ocasión perfecta para que el niño experimente y para que, poco a poco entienda qué es la comida y cómo debe gestionarla. ¡A disfrutar!

Y tu bebé, ¿cuándo empezó con el BLW? ¡Te leo en comentarios!

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