Hace unos días, hablamos sobre la importancia de conocer nuestro ciclo menstrual a la hora de quedarnos embarazadas. Reconocer el momento de la ovulación es fundamental si estás buscando un embarazo. Por eso, hoy vamos a ver 5 métodos para saber si estás ovulando y detectar así, los días más fértiles de tu ciclos.
Pero primero…
¿Por qué es importante saber cuándo ovulas?
Cada mes, tu cuerpo se prepara para un posible embarazo. Durante las dos semanas posteriores al periodo, alrededor de 15 o 20 óvulos empiezan a madurar en los ovarios. El proceso de ovulación se produce cuando uno de estos óvulos maduros atraviesa la pared del ovario y se dirige hacia las trompas de Falopio donde esperará a ser fecundado.
La vida de un óvulo es relativamente corta, unas 24 horas aproximadamente. Si la fecundación no se produce en esa ventana de tiempo, el óvulo se desintegrará y, al cabo de unos días, el cuerpo lo expulsará en forma de menstruación.
Reconocer los cambios que suceden en el organismo cuando se produce la ovulación, aumentará las posibilidades de lograr un embarazo al mantener relaciones sexuales durante el periodo más fértil de la mujer: los dos días previos a la ovulación y hasta pasadas las 24h desde que ovulamos.
Por este motivo es muy importante saber cuándo ovulamos. De lo contrario, podemos estar manteniendo relaciones sexuales en los periodos no fértiles y estar buscando un embarazo durante mucho tiempo sin conseguir el resultado deseado.
5 métodos para saber si estás ovulando
Existen varios métodos para saber si estás ovulando. Algunos son tan sencillos que puedes empezar a aplicarlos desde hoy mismo sin necesidad de invertir ni un solo euro. Otros, en cambio, requieren de ciertos dispositivos en los que sí deberás invertir algo de dinero.
Lo ideal es utilizar un par o tres de ellos para estar seguros de cuándo se produce la ovulación. Además, es recomendable hacer un registro de estos métodos durante al menos tres ciclos antes de intentar quedarnos embarazadas para conocer mejor nuestro cuerpo y su funcionamiento ciclo tras ciclo.
1. Temperatura basal
La temperatura basal (BBT por sus siglas en inglés) es la temperatura de nuestro cuerpo en reposo. A lo largo del ciclo menstrual, las mujeres producimos diferentes hormonas que afectan a la BBT de forma distinta.
En la primer mitad del ciclo, también conocida como fase folicular, se produce estrógeno y la temperatura basal de nuestro cuerpo es más baja, sobre unos 36 y 36,5ºC. Cuando los niveles de estrógeno llegan a su punto álgido, llegamos a la fase ovulatoria y aumenta la producción de la hormona luteinizante o LH. Esta hormona es en la que se basan los test de ovulación que veremos en el punto 5. Tras la ovulación, entramos en la fase lútea y se segrega otra hormona, la progesterona, que aumenta la BBT entre 0,2ºC y 0,5ºC.
Si monitorizamos nuestra temperatura basal podremos saber qué hormonas se están produciendo lo que, a su vez, nos indicará en qué fase del ciclo nos encontramos y nos permitirá acotar la ovulación.
Para tomarnos la BBT, deberemos hacerlo por la mañana, antes de levantarnos de la cama y de realizar cualquier actividad. Mi recomendación es que os toméis la temperatura siempre con el mismo termómetro, a poder ser digital. A diferencia de la temperatura corporal, que se suela tomar bajo el brazo, la temperatura basal se tiene que tomar en la boca (hay otras opciones, como la vía rectal o vaginal, pero vaya…). En cuanto veamos un aumento significativo de esta temperatura, sabremos que habremos la ovulación se produjo el día anterior.
Es importante tener en cuenta otros factores que pueden aumentar la temperatura basal, como una comida copiosa la noche anterior, no dormir las horas suficientes o la ingesta de alcohol.
2. Moco cervical
A diferencia de la BBT, que te indica la ovulación una vez ya ha ocurrido, este método te permite saber con antelación tus días más fértiles.
El moco cervical o flujo vaginal es el equivalente femenino del semen en los hombres. Este flujo proporciona el medio necesario para que los espermatozoides naden y se nutran, pudiendo durar hasta cinco días en el interior del cuerpo de la mujer alrededor de la ovulación.
Durante la fase folicular, el cuerpo va aumentando la cantidad de flujo vaginal hasta que se vuelve húmedo y resbaladizo. Pocas horas después de la ovulación, debido al aumento de la progesterona, el moco cervical desaparece o adquiere una textura pegajosa.
Aquí te resumo los tipos de flujo vaginal:
3. Posición del cuello del útero
El cuello uterino o cérvix es la parte más baja y estrecha del útero que conecta la parte superior del útero con la vagina.
El cuello del útero también sufre cambios físicos a medida que se acerca la ovulación. Estos cambios ocurren, justamente, para aumentar las posibilidades de lograr un embarazo.
El cuello del útero normalmente está bajo, cerrado y firme, lo que dificulta el paso de los espermatozoides. Sin embargo, tras la menstruación y hasta la fase ovulatoria, el cérvix se va abriendo poco a poco, se vuelve más suave y se va elevando poco a poco para facilitar la entrada de los espermatozoides. Tras la ovulación, el cuello uterino vuelve a descender y está de nuevo cerrado y firme.
Si decides utilizar este método, debes empezar el primer día que ya no tengas la regla y hacerlo todos los días a la misma hora hasta que notes que vuelve a la posición inicial: bajo, firme y cerrado. La mejor manera de hacerlo es en cuclillas o poniendo una pierna encima de una silla, de este modo podrás llegar mejor. Por supuesto, deberás hacerlo con las manos limpias y sin que las uñas estén muy largas para evitar infecciones y no hacerte daño.
Cuando el cuello uterino está cerrado, firme y bajo notarás como si tocaras la punta de la nariz. A medida que se abre, se ablanda y se eleva notarás como si te tocaras los labios. Te lo resumo en la siguiente infografía:
4. Tests de ovulación
Los tests de ovulación se realizan mediante una prueba de orina que detecta la hormona luteinizante o LH, que juega un papel importante en la ovulación. Alrededor de 24-48 horas antes de la ovulación, la producción de la hormona LH aumenta considerablemente y vuelve a bajar durante un periodo de 24 horas.
Las pruebas de ovulación son capaces de detectar este aumento de la hormona LH e identificar así los dos días más fértiles de tu ciclo menstrual. Eso sí, para que funcionen correctamente, deberemos realizar las pruebas siempre en la misma franja horaria pero evitar la primera orina del día ya que puede dar resultados engañosos.
Existen dos tipos de tests de ovulación: digitales y analógicos. Los digitales, aunque son algo más caros, ofrecen un resultado más claro de descifrar. Los analógicos, por lo contrario, tienen una lectura mucho más compleja ya que para saber si estamos en nuestros días más fértiles el color de la segunda raya deberá ser más intenso que el de la raya de control.
Los test de ovulación son un gran aliado para confirmar nuestro pico de fertilidad. Sin embargo, si tenemos ciclos menstruales muy irregulares pueden no resultar efectivos, ya que deberemos realizar muchas pruebas. Mi recomendación es que los combinéis junto con los otros métodos, sobre todo el moco cervical y la posición del cuello uterino.
5. Monitor de fertilidad
A diferencia de los test de ovulación los monitores de fertilidad son capaces de identificar hasta 7 días de máxima fertilidad mediante la detección del aumento de estrógenos, además de la LH.
Funciona también con tests de orina, pero además de las varillas de prueba, el dispositivo cuenta con un monitor portátil. Para empezar a utilizarlo, deberás indicar la fecha de tu último periodo y el monitor te avisará cuando tengas que empezar a realizar las pruebas de orina.
Gracias a su tecnología, el monitor registra tu ciclo personal, por lo que te indicará cuándo eres más fértil así como qué día tendrás la menstruación. Esto es especialmente útil si tienes ciclos irregulares sin embargo, estos dispositivos tienen un precio mucho más elevado que los test de ovulación. El más conocido es el de Clearblue que, aunque no está a la venta en España en su web oficial, sí puedes encontrarlo en Amazon.
¿Qué métodos debo utilizar para saber si estoy ovulando?
Elegir un método u otro depende de muchos factores. Lo primero que tienes que tener en cuenta es si eres o no regular.
Si no llevas un control de tu ciclo habitualmente, como comentábamos al inicio, es recomendable empezar a hacerlo unos tres meses antes de empezar a buscar el embarazo. De este modo, podremos conocer mejor nuestro cuerpo y acotar más la semana en la que somos más fértiles.
En caso de que seas regular puedes ahorrarte los métodos más caros y optar por la temperatura basal o el flujo vaginal, por ejemplo, ya que simplemente necesitarás confirmar la fecha en la que sucede la ovulación. Si de lo contrario no tienes claro cuándo ovulas, lo mejor es combinar varios métodos e invertir en los tests de ovulación o un monitor de fertilidad.
En nuestro caso, opté por esta segunda opción: combiné los métodos de la temperatura basal y el flujo vaginal junto con los tests de ovulación. Aunque la temperatura no me indicaba cuándo iba a ovular, sí podía hacer un seguimiento de si seguía alta después de la fecha en la que me tendría que bajar el periodo. En caso afirmativo, este era el primer indicativo que estaba embarazada y cuando decidía hacerme el test de embarazo.
Y tú, ¿qué métodos usaste para quedarte embarazada? ¡Te leo en comentarios!
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